Reseña de Corazón de tinta (2008) - Cornelia Funke

Ha sucedido, me repetía sin cesar, ahora estás metido en medio de un relato, como siempre has deseado, y es espantoso. El miedo tiene un sabor completamente distinto cuando no se lee sobre él, Meggie, e interpretar el papel de héroe no resultaba ni la mitad de divertido de lo que me figuraba. 

Título en español: Corazón de tinta
Título original: Tintenherz (en alemán) / Inkheart (en inglés)
Año de publicación original: 2003
Autora e ilustradora: Cornelia Funke
Traducción: Rosa Pilar Blanco
Editoriales: Fondo de Cultura Económica y Ediciones Siruela
Año: 2008
Nro. de páginas (papel): 608 pp.
Formato: Tapa blanda
Género: Fantasía, aventura, drama, novela de formación
Edad: +10
Advertencia: Primera parte de la saga Mundo de tinta
Fuente de portada: Fondo de Cultura Económica 


Sinopsis

En la corta vida de Meggie nunca ha faltado casi nada: tiene a Mo, un padre grandioso, que disfruta inventarle historias, y en cada casa a la que se muda los libros han sido una presencia constante: en las habitaciones, en la sala, la cocina, en el baño; pero hay dos cosas que desea con todo su corazón: saber más de su madre ausente y escuchar a Mo leerle en voz alta. La oportunidad de cumplir sus deseos se presenta cuando unos viejos conocidos de su padre los envuelven en una serie de acontecimientos que ponen a prueba los límites entre ficción, realidad, pero sobre todo, entre narración y hechicería.

Antes que nada, una introducción
(muy personal)

Cornelia Funke es una escritora e ilustradora alemana contemporánea; suele escribir en el género fantástico, con mundos que evocan por momentos los de la Tierra Media, Narnia y Fantasia (La historia interminable), por la gran presencia de lo medieval, lo mágico, y la reinvención de la tradición.

En el caso de su saga más famosa, Mundo de tinta, compuesta hasta la fecha por Corazón de tinta (2003), Sangre de tinta (2005) y Muerte de tinta (2007) –el cuarto volumen llegará en el 2021, entérate aquí-, se trata de su carta de amor literario, con referencias a libros, epígrafes que inician cada capítulo, junto con unos protagonistas que aman o están estrechamente vinculados a la creación de los libros. Esto permite que se construya, a lo largo de los volúmenes, una red metaficcional que cuestiona la cualidad de los personajes como seres sin destino propio así como la reacción de un autor enfrentado a sus creaciones.

La presente obra fue mi primer encuentro con la escritura de Funke. Todavía recuerdo el momento en que compré Corazón de tinta y su continuación, en un stand del Fondo de Cultura Económica durante una feria del libro. Pocos meses atrás había visto la película y necesitaba saber más. Cuando lo leí me di cuenta de que, en comparación, la cinta deja que desear, pero fue mi puerta a otro extraordinario mundo, lo cual siempre agradeceré. Apenas pude ahorrar para el tercer volumen, lo compré. Desde entonces he leído Corazón de tinta unas cuatro veces. Tiene la particularidad de que en cada una de esas ocasiones, el primer capítulo tiene la frescura de la primera vez, mientras se desarrollan con total realismo las escenas en mi mente.

Probablemente termine siendo una de mis reseñas más largas, ya que se trata de mi autora favorita y he esperado años para hablar como es debido sobre una saga que marcó mi inicio en la universidad (así es, Harry Potter fue parte crucial de mi infancia, de mi adolescencia también; sin embargo, Cornelia Funke llegó a mi vida después de eso –y se quedará para siempre-, por lo que encontrarás en este post, además, curiosidades sobre cómo se escribió la obra. 

De hecho, este blog, y mi seudónimo, deben sus nombres a la protagonista de Corazón de tinta.


Corazón de tinta: Los personajes


Meggie Folchart, nuestra protagonista. Hija de Mo, sobrina de Elinor, y tiene doce años. Aprendió a leer sola a los cinco años. Desde entonces es una ávida lectora, acostumbra leer mientras come, durante los viajes en el autobús de Mo; de día, de noche, alumbrada con la luz de una vela. Suele dormir con un libro debajo de su almohada. Su mundo ha estado lleno de referencias literarias que la acompañan en cada paso; cuando por primera vez debe enfrentar los horrores del mundo, los recuerdos que guarda de cada obra la alientan para buscar soluciones.

Es un personaje testarudo, astuto, que se asusta de las propias emociones negativas que puede albergar en su interior cuando ella o los suyos son amenazados, así como de las contradicciones que vienen con el inicio de la pubertad. El libro es contado, principalmente, desde su perspectiva, lo cual permite entender la devoción al padre, su única figura parental.  A medida que transcurre la trama, descubre talentos ocultos y su vocación, vinculada a la magia.
Lo más maravilloso de Meg es que, sin importar cuán triste o decepcionada se sienta, su corazón tiene esa bondad y fuerza silenciosa que te hacen querer saber más de ella. Merece totalmente el calificativo de heroína.

Mortimer Folchart, mejor conocido como “Mo” o “Lengua de brujo”. Es un encuadernador de libros o, como dice su hija Meggie, un “doctor de libros”. Desde niño ha tenido un poder que lo emociona y atemoriza; a consecuencia de ello pierde una de las cosas que más aprecia. Mo no es un padre restrictivo, de mente estrecha. En cambio, es el mejor amigo de Meggie y de cualquiera que se gane su respeto o admiración. Cuando lee en voz alta logra que el mundo se detenga, incluso el de sus enemigos. Aunque en su rostro se reflejan la mayoría de las emociones, como lectores tenemos la impresión de que es un enigma que vale la pena resolver. ¿Cómo no amarlo por su mimo a los textos y su valentía al defender a los seres queridos aun a costa de su miedo y consciencia de debilidades?

La novela se centra realmente en la relación entre Mo y su hija, lo cual es un inmenso acierto.


Fuente de ilustración: Fondo de Cultura Económica

Elinor Loredan, tía de Meggie. Coleccionista de libros que continuó la tradición de su padre en la finca tras el fallecimiento de este. Gruñona, dura, esconde a veces su miedo o incomodidad bajo palabras hirientes. Cuando conoce a Meggie la amenaza, medio en broma, con dispararle si toca alguno de sus títulos más preciados en su enorme biblioteca. Ama las historias de aventuras, en especial las escabrosas medievales. Durante años estuvo acostumbrada a poco contacto social, por lo que le cuesta tratar con sus invitados inesperados: Meggie y Dedo Polvoriento, a diferencia de su trato con Mo, a quien respeta.

Posteriormente, su impenetrable máscara de seguridad deja ver a una Elinor que puede llegar a romperse. Tan acostumbrada a la ficción que le resulta inconcebible la crueldad real, la corrupción; su anhelo del hogar de tinta es espejo de la dolorosa nostalgia que siente Dedo Polvoriento desde hace años. La manera en que, cerca del final, rescata parte de su niña interior gracias a criaturas mágicas, resulta enternecedor. Con ella llorarás sin darte cuenta, en medio de risas e impotencia.

Dedo Polvoriento, entre sus apodos se encuentran “Dedo Sucio”, “Escupefuegos” y “comecerillos”. Es un saltimbanqui originario de un libro sobre el cual gira la trama. En este volumen se da a conocer apenas algo de su pasado –abordado luego en Sangre de tinta-. Tachado de cobarde, la mejor palabra para describirlo es “sobreviviente”, pues ha sido víctima de tortura en múltiples ocasiones; prueba de ello son las tres grandes cicatrices en su rostro, y aun así, le gana la nostalgia por lo conocido.

Su personalidad es una mezcla de rudeza, seguridad, delicadeza al andar e impresionante ingenio. Se rehúsa a ser un simple personaje con destino trazado, lo cual acrecienta lo escurridizo que es, rasgo que comparte con su mascota Gwin, una marta salvaje con cuernos. Maestro del engaño, especialmente para esconder cuando se siente herido o quiere a alguien. Sus escenas en solitario están entre mis favoritas, al igual que sus interacciones con Meggie, Farid y Mo.



Capricornio, el antagonista principal. Del mismo universo que Dedo Polvoriento, no pertenece a nuestro mundo, si bien intenta con todas sus fuerzas adueñarse de él, a diferencia del saltimbanqui. Es el líder de una banda criminal conocida como “Los chamarras negras”. Se rebela contra su creador, contra su pasado, al denigrar a sus ancestros y la vida que llevaba en el Mundo de tinta, donde apenas podía robarles algo a los habitantes, pasaba frío y hambre. Entre las órdenes que suele dar destacan el secuestro de niños, intimidación verbal o física, además del asesinato a cualquiera que interfiera con sus planes. De corazón duro como la piedra, poquísimas veces se deja llevar por impulsos. Funke consigue con él a un villano finamente forjado, capaz de causar tanto fascinación como repulsa.

Basta, secuaz más fiel de Capricornio. Es el segundo al mando de la banda Los chamarras negras. Supersticioso en extremo, disfruta lastimar a la gente con su navaja, e intenta ganar la simpatía de las sirvientas prisioneras. Idolatra a su jefe sin importar cuánto lo maltrate. Mientras Capricornio provoca temor por lo imprevisible e indiferente que es en sus deseos, Basta produce pánico en las víctimas por su sadismo.

Farid, personaje sacado de una famosa historia árabe. Es el espía perfecto, por su sigilo y agudeza. No es de extrañar que su cualidad de sobreviviente se vea reflejada en Dedo Polvoriento, a quien admira. Para mi sorpresa, disfruté más sus escenas con Mo que con el comecerillos.

Fenoglio, creador del libro que buscan casi todos los personajes. Escritor que destaca primero por su vanidad –característica que comparte con Capricornio- y los juegos con sus nietos Pippo, Paola y Rico; luego intenta rectificar los errores que cometió en su búsqueda de la grandeza. Cada escena con Meggie nos deja ver más facetas de su personalidad.



Mortola, o “la Urraca”, ama de llaves de Capricornio. De apariencia y carácter inquietante, no duda en envenenar a aquellos que se interpongan en los planes de su amo. Hacia la mitad del libro y, específicamente, cerca del final, su maldad esconde cierta faceta que genera un nudo en la garganta.

Resa, o Teresa, joven sirvienta preferida por Capricornio. Durante años ha sido prisionera en el pueblo del antagonista. Amiga de Dedo Polvoriento, poco a poco se descubre su verdadero origen.

Darius, mejor conocido como “Lengua trabada”. Prisionero de Capricornio a causa de sus poderes con la lectura. El miedo a los secuaces le provoca tartamudez. Con él se demuestra el refugio que podemos encontrar en los libros, incluso en las circunstancias más extremas.

Los chamarras negras, banda de Capricornio. Integrada por muchachos y hombres –intelectualmente no muy brillantes- que llevan a cabo las encomiendas de su jefe, mientras tienen negocios clandestinos alternos y lastiman animales. Cockerell y Nariz Chata son dos de los rufianes más resaltantes que integran el grupo, quienes disfrutan cada equivocación de Basta.

Para cerrar, te contaré cómo se escribió la primera entrega de la saga Mundo de tinta.


De la imaginación al papel:
La creación de Corazón de tinta

Fuente de foto: Michael Orth para Reader´s Digest

Cornelia Funke confiesa ser una apasionada lectora y admiradora de la lectura en voz alta, la cual considera un arte. La trama de Corazón de tinta llegó a su mente mientras escribía El señor de los ladrones (2000). A partir de allí se inspiró en la relación con su propio padre y comenzó un arduo proceso de investigación sobre coleccionistas de libros, libreros, ladrones de libros y música de trovadores franceses.

Esto le dio la oportunidad de desarrollar dos ideas que rondaban su mente: ¿qué pasaría si los personajes de un libro llegaran a nuestro mundo? Y la cercanía emocional que experimenta todo lector con los personajes de un libro. Entretanto, la región italiana en la que tiene lugar la mayor parte de la trama de Corazón de tinta, se basa en su estadía de tres meses, junto a su esposo e hija, en una villa de Italia.

Ahora bien, otra de sus grandes inspiraciones vino del actor estadounidense, Brendan Fraser, a quien Funke había visto en las películas Gods and Monters (1998) y La momia (1999). En el portal  Tor.com, especializado en ciencia ficción la autora declara que “necesitaba un hombre que pudiera ser un encuadernador medieval y un ladrón.” A Funke le maravilló especialmente la voz y personalidad jovial de Fraser, de la que dota luego el carácter de Mo (Mortimer Folchart). Al principio de Sangre de tinta escribe como una de las dedicatorias:

Para Brendan Fraser, cuya voz es el corazón de este libro. Gracias por la inspiración y el encantamiento. Mo no habría podido entrar en mi despacho sin él, y esta historia jamás habría visto la luz.

Antes de la publicación de Muerte de tinta, la autora envió a Fraser un ejemplar de Corazón de tinta como agradecimiento. Poco después, él interpretaría a Mo en la versión cinematográfica.

Si quieres saber más sobre Cornelia Funke, te recomiendo los siguientes videos. En el primero, para el canal ExpandedBooks, ella comenta en inglés sobre su trabajo como escritora y confiesa que el sueño de todo escritor es ver en un estante de la casa, los libros que plasman lo que inventa con palabras:


El segundo es un documental de veinticinco minutos, realizado por el portal DW, en el que es entrevistada la autora y se refieren sus obras más célebres llevadas al cine. En este link el artículo que contiene la versión doblada al español, y aquí abajo la versión en inglés a la que se le puede agregar la traducción subtitulada: 


Para cerrar, les dejo una frase de Mo en Corazón de tinta:

A lo mejor la historia impresa oculta otra historia mucho mayor que se transforma igual que lo hace nuestro mundo, ¿no? Y las letras nos van revelando lo mismo que una mirada por el agujero de una cerradura. A lo mejor no son más que la tapa de una cazuela que contiene mucho más de lo que podemos leer.


Nota: Puedes leer mi reseña de la adaptación fílmica Inkheart (2008)  aquí. Próximamente mi crítica de la novela Sangre de tinta. Mientras, les dejo el trailer:



Puntuación: 10/10

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