Sol de medianoche (2020) – Stephenie Meyer

Amarla sería igual que una caída: un acto que no requiere el menor esfuerzo. En cambio, resistirme a su amor era lo opuesto a caer. Me sentía como un mortal escalando un precipicio centímetro a centímetro, una tarea infinitamente ardua cuando tus fuerzas son exiguas. 

 


Título en español: Sol de medianoche
Título original: Midningt sun
Año de publicación original: 2020
Autora: Stephenie Meyer
Traducción: Mariola Cortés-Cros, Elena Macian Masip, Victoria Simo Perales, Julio Hermoso Oliveras
Editorial: Alfaguara
Nro. de páginas (papel): 800 pp.
Formato: Tapa blanda
Género: Fantasía, drama, romance 
Edad: +15
Advertencia: Crepúsculo, desde la perspectiva de Edward Cullen
Fuente de portada: Me gusta leer 

 

Sinopsis

Cuando Bella Swan llega al pueblo de Forks atrae la atención de sus compañeros de clase, tanto humanos como vampiros. Específicamente, despierta el interés de Edward Cullen, un vampiro que se enfrenta al dilema de la fascinación por su sangre y el misterio que implica su mente, imposible de leer.


Reseña

Sol de medianoche es una novela más madura que las de la saga original. No sólo por el tono con el que narra Edward, quien tiene más de 100 años, sino también por cómo son abordados los conflictos del personaje. En él chocan la paciencia de alguien que ha viajado mucho, conocido diferentes tipos de mentes, con los impulsos del adolescente cuya vida se interrumpió abruptamente. La magnitud del desprecio por su naturaleza sobrenatural, mucho antes de conocer a Bella, en contraposición con el agradecimiento de esa oportunidad para conocerla.

A esto se le suma el desconcierto del primer amor, en un cuerpo que guarda bastante de la emocionalidad de su yo “congelado” de 17 años, que ocasiona luego en él fases de regocijo y temor al descubrirse correspondido, hasta llegar a la impresionante madurez que tiene para aceptar que la relación con esta humana no debe durar, pues sería lo sano para ella, a pesar de todo el dolor que esto le provocaría.

Sin embargo, no es una obra perfecta. Cansa lo repetitivo que puede ser Edward con su obsesión: por no defraudarse –o a su familia-, su obsesión por la joven Swan, que lo lleva incluso a vigilarla a través de las mentes de los demás, junto con las recurrentes referencias a la relación entre la granada, Hades y Perséfone, como espejos de los mismos Edward y Bella. Creo que con una vez en que se hubiese mencionado habría sido suficiente para captar mejor la simbología de la portada. Incluso, de no haberlo explicado no se habrían limitado las posibilidades de interpretación: que iría desde un corazón desgarrado, hasta la granada como fruto prohibido, que evoca, a su vez, esa manzana que aparecía en la portada de Crepúsculo.

La atención del lector regresa con fuerza en otras ocasiones, como cuando se muestra la relación tan bonita que tiene el narrador con su familia, entre cuyos integrantes resaltan Carlisle, Alice y Emmett: siendo el primero su mentor, su ejemplo a seguir; la segunda su mejor amiga; y el tercero, ese hermano de gran fuerza que lo escucha con una inocencia que lo reconcilia con la parte que detesta de sí mismo.

Además, Bella no resulta tan aburrida en esta ocasión, probablemente porque el lector no tiene que lidiar, en cada página, con sus complejos y envidia, como en la saga principal. En Sol de medianoche realmente se muestra la generosidad de Swan al tratar a algunos compañeros de clase, preocuparse por sus padres y, especialmente, gracias a sus respuestas a las preguntas de Edward cuando quiere conocerla mejor, como cuáles son sus libros favoritos, lugares a los que le gustaría viajar, qué extraña de Phoenix y cómo era su vida allá, con su madre.

Y no hay que olvidar los capítulos en los que los Cullen actúan como equipo para perseguir a James. Sin duda es la mejor parte de la novela. En ellos la tensión sabe crecer y crecer, en vez de decaer de pronto, algo que no es sencillo al tratarse de cinco capítulos, aproximadamente.

Según la autora, la creación de este libro fue difícil. Recordemos que en el 2008, decidió no publicarlo debido a los capítulos filtrados en Internet. Hay una referencia a esto en la sección de agradecimientos al final de Sol de medianoche, que menciona el apoyo fundamental de su madre para continuar el proyecto.

En lo personal, me parece un gran acierto de su parte haberse tomado el tiempo para haberse dedicado a otras ocupaciones, como la publicación de las novelas La huésped –con bastante potencial-, La química, junto con la creación de su empresa productora.

Meyer retomó la historia que la hizo tan famosa con el toque de alguien que ha podido comprender mejor a sus personajes, dándole a los fans la oportunidad de regresar “a casa,” una remodelada, ciertamente, pero conservando la esencia del hogar. La verdad es que me resultó sorprendente cómo pudo mantener esa capacidad para que cada página pudiera leerse tan rápido, a pesar de que la mente de Edward es más densa.

Sin duda esperaré con ansias los otros dos títulos que la autora tiene planeados escribir sobre este mundo.

 

Puntuación: 7/10

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