Reseña de Por el color del trigo (2012)

Un buen día se dio valor y cuando su jefe se encontraba fuera de la oficina, se animó a hacer rodar su silla giratoria con rueditas por todo el pasillo, ida y vuelta, desde su escritorio hasta el baño. Fue un poquito como volar por el cielo

Título: Por el color del trigo

Año de publicación: 2012

Autor: Toño Malpica

Ilustrador: Iban Barrenetxea

Editorial: Fondo de Cultura Económica

Nro. de páginas (papel): 70 pp.
Formato: Tapa dura

Género: Biografía, aventura, libro ilustrado

Edad: +12

Fuente de portada: Fondo de Cultura Económica

Sinopsis

Tonio es un joven que sueña despierto mientras trabaja en una oficina. Cada ciertos años se le aparece un personaje de su invención, el Bribonzuelo, quien le recuerda su pasión por ser piloto y escribir historias. Ante esto, ¿qué camino tomará Tonio, lo conocido y seguro o la aventura?

Mi opinión

A través de los años la literatura y el cine nos han enseñado la importancia de hacer lo que nos gusta sin flaquear en el camino, perseguir nuestros sueños. Resulta impresionante cómo esa perseverancia fue, precisamente, el motor de empuje para escritores de siglos atrás, como Jane Austen, las Brontë, Franz Kafka, o para contemporáneos tales a Stephen King o J.K. Rowling. Hoy hablaremos de otro que pertenece a ese grupo: Antoine de Saint-Exupéry.

Hace años leí El principito y me encantó, pero sabía poco sobre su autor. Por el color del trigo me dio la oportunidad de conocerlo de una manera cercana, como si fuese un amigo. La novela trata quién era antes de su fama, cómo le llevó años escribir El principito, algunos de sus miedos, accidentes aéreos y desaparición en pleno océano.

Fuente de ilustración: Fondo de Cultura Económica

Toño Malpica sabe aprovechar datos biográficos de Saint-Exupéry, volviéndolos cotidianos, frescos para cualquier lector, como la sensación de trabajar en una oficina haciendo la misma tarea desapasionada, o la espontaneidad con la que llegan a nuestras vidas el mejor amigo y la pareja perfecta.

En el caso de aquellos que escriben, hayan sido publicados o no, se sentirán reflejados por esas voces interiores que instan a continuar una historia, a descubrir el destino de unos personajes que quieren traspasar la página.

Y ni qué decir de las ilustraciones. Iban Barrenetxea combina un estilo elegante e intemporal, detallado, con giros graciosos en las proporciones del cuerpo que las vuelven, en conjunto, el acompañamiento ideal para un texto conmovedor.

Fuente de ilustración: Fondo de Cultura Económica

No puedo más que agregar mi agradecimiento porque este libro haya llegado a mis manos; es, sin lugar a dudas, una enseñanza de vida. Logró que incluso Saint-Exupéry se volviera más entrañable para mí, y que riera como nunca con el desenfado del príncipe solitario que vivía en otro planeta.

Dato curioso: en el 2013 Por el color del trigo fue incluido en el catálogo de los White Ravens, prestigiosa distinción de la Internationale Jugendbibliothek München para la literatura juvenil.

El autor

Fuente de foto: LJA.MX

Antonio (Toño) Malpica es un escritor mexicano. Estudió ingeniería en computación en la UNAM, aunque su verdadera pasión estaba en las letras y la música desde temprano. Ha publicado para el público infantil, juvenil y adulto. Su primera obra de teatro fue Todos adentro (1992), mientras su primera novela, Las mejores alas, es del 2001. Desde entonces no ha parado de escribir en ambos géneros, teniendo ya más de 50 novelas y cuentos, dirigido casi 20 obras, además de recibir varios premios por ello, como el Iberoamericano SM Literatura infantil y juvenil en el 2015.

El ilustrador

Fuente de foto: Mercado San Martín

Iban Barrenetxea es un ilustrador y escritor español. Inició su carrera como diseñador gráfico, mientras que en sus tiempos libres publicaba en su blog; este último despertó el interés de editores, por lo que desde el 2010 pudo dedicarse de lleno a la ilustración. Ha versionado visulamente clásicos como Alicia en el país de las maravillas (Carroll), Blancanieves (hermanos Grimm), David Copperfield (Charles Dickens), Otra vuelta de tuerca (Henry James) y La cata (Roald Dahl), al igual que a autores contemporáneos.

Su estilo lo describe como «imágenes con cierto aspecto teatral”, mediante “[e]l plano fijo, la perspectiva plana (…) [y] el gesto congelado que veía en los relieves asirios y la pintura antigua o en el cine mudo.» Entre sus galardones están la placa de honor en la Bienal Internacional de Ilustración de Bratislava, el Premio Euskadi de Literatura y Los mejores del Banco del Libro (Venezuela).